BRUXISMO, EL ARTE DEL DETERIORO
Algunas circunstancias, pensamientos, que pueden desencadenarnos nerviosismo,
frustración o furia, llevándonos a tensiones tanto emocionales como físicas,
produciendo el estrés, siendo éste, un enfrentamiento a una exigencia, oposiciones
o retos.
El estrés actúa en forma positiva
cuando nos impulsa a realizar tareas con plazos por cumplir, en peligros en
ciertos sitios; sin embargo, cuando se prolonga por tiempo indefinido, la
ansiedad sustituye al factor o situación estresante y se convierte en negativo. El primero es un estrés agudo, mientras que
el segundo es un estrés crónico y justo éste, genera problemas en la salud.
Entre ellos, lo que yo suelo
denominar el “arte” de apretar y/o rechinar los tejidos dentales, mejor
conocido como bruxismo. El bruxismo generado
por el estrés, en forma inconsciente, hace que la persona inicie apretando sus
dientes superiores contra los inferiores, a lo que se denomina bruxismo céntrico. La tensión muscular suele ser
muy fuerte, lo que hace que los músculos masticatorios que son los temporales,
maseteros, pterigoideos internos y pterigoideos externos, pueden estar
ejerciendo mucha presión donde la mandíbula queda literalmente por medio de los
dientes inferiores, clavados a los dientes superiores. En muchas ocasiones sucede durante la noche,
no porque sea la mejor hora, sino porque es cuando la persona duerme. Dormida ejerce tensiones que “consciente” no haría. El tiempo que transcurre, no tan sólo esa
noche, sino la suma de todas las noches que produce el bruxismo, que puede ser
un período prolongado, meses, incluso años, son proporcionales a las
consecuencias resultantes posteriores. El bruxismo excéntrico ejerce fuerza tensional con desplazamientos
provocando fricción y rechinamiento del tejido dental.
Mientras que el bruxismo céntrico
produce abfracción, que son fracturas a nivel cervical, o sea, en el cuello
dentario, signo característico, son la pérdida de tejido en dicha área a causa
de la presión vertical. El bruxismo excéntrico también produce desgaste por fricción como microfracturas en las
superficies oclusales (caras masticatorias y bordes cortantes) de los dientes.
El bruxismo de vigilia o de día,
denominado también bricomanía, es el mismo proceso patológico, a pesar de que
la persona está despierta realizando sus actividades, no suele ser consciente
de que aprieta y/o fricciona los dientes, produciendo los mismos efectos que
cuando lo hace dormida. Por generalidad,
quien lo padece de día, también lo realiza por la noche, sin embargo, hay
personas que sólo es por la noche.
Los problemas de bruxismo y
bricomanía, no se limitan a la pérdida del tejido dental, incluso afecta, con
mucho tiempo de antelación, a la musculatura.
Contracturas musculares de los músculos masticatorios, en ocasiones
dolor a nivel dental al levantarse por las mañanas, dolor muscular en cuello,
dolores de cabeza con cierta frecuencia, que muchas veces se confunden con
migrañas. A la palpación del área de
cabeza, cuello, cara, encontramos que a la presión en zonas musculares hay dolor
en varios de los músculos masticatorios ya mencionados, pero también en algunos
puntos del músculo trapecio, esternocleidomastoideo, milohioideos, entre
otros. En un porcentaje importante, las
cefaleas están presentes con frecuencia. Cuando el bruxismo aparece, suele ser el estrés crónico, por lo tanto,
existen músculos por períodos prolongados con contracturas, incluso, existen
pacientes con bruxismo por muchos años, eso contribuye a dolor muscular que
puede extenderse en la espalda alta y baja, hombros.
Hay que tener en cuenta, que la
fuerza de mordida puede tener fluctuaciones de una persona a otra, por ejemplo,
personas adultas de mediana edad, pueden alcanzar a ejercer una fuerza de mordida (FM) aproximada de 727 a 755 Newtons (N), equivalente a 74 a 77 kilogramos
fuerza aproximadamente; considerando que no todos llegan a ejercer dicha
presión de mordida, ya que influye edad, complexión, sexo, salud bucal, que
puede llegar a reducir la fuerza de mordida a la mitad. Estos parámetros influyen en la tensión
vertical en el bruxismo, incluso la salud bucal como la enfermedad periodontal
afecta la fuerza de mordida, el uso de prótesis removibles reducen también la
tensión. Pero independientemente de
estos factores, dicha fuerza ejercida durante amplia parte de la noche o
incluso en el día, afecta las áreas descritas con sus respectivos daños.
Otra patología que se desarrolla
por el bruxismo es la reducción de la dimensión vertical, es decir, entre mayor
desgaste y microfracturas se producen en la zona oclusal (masticatoria) y bordes
incisales de los dientes anteriores, pierden longitud, con ello, conforme dicha
pérdida se convierte en considerable, va afectando a la articulación
temporomandibular (ATM), sin importar si ya ha sido afectada por otras causas
anteladamente. La pérdida de dimensión
vertical hace que el cóndilo (extremo superior mandibular de su rama
ascendente, que a través del menisco, articula en la cavidad glenoidea del
cráneo), se posicione anormalmente hacia atrás, tensionando los ligamentos que
forman parte de la ATM. Otra
consecuencia es que dicha fuerza vertical del bruxismo, hace que la articulación temporomandibular se compacte, puede producirse dolor, crepitación. No todos los pacientes tienen problemas de
ATM por bruxismo, pero pueden verse afectados si persiste el problema por
largos períodos.
La sensibilidad dental puede ir
en aumento, por el desgaste severo y abfracciones.
La posición dentaria normal,
posee en ciertos movimientos, protección, como es la incisiva, canina, oclusal;
ya que en movimientos de corte con los dientes anteriores, las demás piezas no
hacen contacto, lo mismo sucede con el desgarre, cuando los caninos desgarran
inferior con superior del mismo lado y las demás piezas dentarias no
contactan. Todo este sistema se ve
afectado conforme el bruxismo hace estragos y como consecuencia, va afectando
el sistema masticatorio, ya que las caras oclusales van con el tiempo
aplanándose, disminuyendo su capacidad de trituración para ser enviado al
estómago, que tendrá que ejercer mayor trabajo y gasto energético para el
proceso digestivo, donde también podría repercutir.
La curva de Spee y curva de Wilson,
son curvaturas en la posición de las arcadas dentarias que amortiguan las
fuerzas de mordida, al producirse desgastes severos, estas pueden reducirse,
por lo tanto, lo mismo sucede con su función, ocasionando mayor fuerza
tensional.
El tratamiento
Para el tratamiento, primero
realizo la anamnesis y procedo a solucionar los problemas del paciente, esto
dependerá del daño presente en el momento del diagnóstico, del tiempo que ha
estado presente el bruxismo. Una parte del
tratamiento son los planos de “mio-relajación”, que tienen ciertas
características como rigidez, determinado grosor, contacto oclusal
adecuado. Las férulas flexibles no son
nada recomendables, ya que llegan a estimular a morder y apretar aún más. Tomo en consideración si hay afección, cuál y
el grado del daño en la ATM (articulación temporomandibular). Se valora el estado de todos los órganos
dentarios para plantear la solución de los mismos. Se proporciona al paciente ejercicios a
realizar dependiendo de la necesidad. No
sólo considero el bruxismo en sí, sino todo lo que se desencadena con ello y el
período de tiempo en que ha estado presente.
Es indispensable en ciertos casos la colaboración interprofesional con Psicología para lograr manejar el estrés, la ansiedad que puede estar disparando el bruxismo.
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